El origen del universo según los
mayas
Los mayas
concebían al cosmos compuesto por 13 cielos, uno sobre otro, siendo la tierra
la capa más baja. Sobre cada cielo presidían trece dioses, llamados los
Oxlahuntikú. Bajo la tierra había otros nueve cielos, también en capas, sobre
los que presidían los Bolontikú. El último de estos cielos era el Mitnal, el
infierno maya, reino de Ah Puch, señor de la muerte.
Creían que,
antes que el suyo, habían existido otros mundos destruidos todos por el
diluvio. El mundo actual era sostenido por cuatro hermanos guardianes llamados
Bacabes, localizados en los cuatro puntos cardinales. En el centro del mundo
maya se encontraba el Yaxché, o ceiba sagrada, cuyas ramas se elevaban a los
cielos y cuyas raíces penetraban en el inframundo.
Antes de que existiese
la Tierra, según los mayas existían tres Dioses: Tepeu, Gucumatz y Huracán.
Para los mayas cada uno de estos era el Dios de una cosa:
- Tepeu, del cielo.
- Gucumatz, de las tempestades, enseñó a los hombres como hacer fuego.
- Huracán, del aire tormenta y fuego.
Para los mayas cada uno de estos era el Dios de una cosa:
- Tepeu, del cielo.
- Gucumatz, de las tempestades, enseñó a los hombres como hacer fuego.
- Huracán, del aire tormenta y fuego.
Los dos primeros piensan que para que los Dioses sean recordados, tienen
que crear a seres para que les adoren y les recuerden. Por esta razón los tres
Dioses empiezan a crear la Tierra. Primero, crean a los animales, pero estos no
hacen caso a los Dioses, por lo que estos últimos se enfadan y hacen que los
animales se peleen entre si. El segundo intento fue crear al hombre pero como
no sabían como hacerlo realizaron varios proyectos: primero crearon un hombre
de barro pero se deshacía; más tarde crearían a un hombre de madera, pero no
tenía sentimientos ni alma, por lo que no podía adorar a los Dioses, por esta
razón el Dios Huracán provocará la gran inundación para deshacerse de ellos;
por último crean a cuatro hombres con maíz, llamados Balam-Quitzé, Balam-Agab,
Mahucutah y Iqi-Balam, pero con la ayuda de más Dioses (trece en total).
Pero para los Dioses los hombres eran seres demasiado listos por lo que Huracán les nubló la vista y no les dejó ver el Sol. Más tarde, los Dioses crearían a las mujeres, que se llamaban Caha-Paluná, Chomiha, Tzunihá,
Cakix-há. Hombres y mujeres se comenzaron a relacionar y empezaron a tener hijos. Todos ellos rogaban a los Dioses que saliese el Sol para poder volver a ver.
Los Dioses al haber sido derrotados, imponen a Hunahpú e Xbalanqué una
serie de pruebas. La primera prueba fue entrar en la casa de las navajas, donde
los Dioses creían que Hunahpú e Xbalanqué serían despedazados pero estos
últimos siendo hábiles, esquivan todas las navajas y consiguen salir; la
segunda prueba fue entrar en la casa de los jaguares, pero Hunahpú e Xbalanqué
echándoles un hueso a los jaguares consiguen salir; la tercera prueba fue
entrar en la casa de los murciélagos, estos le arrancan la cabeza a Hunahpú
pero Xbalanqué consigue recuperarla y se la vuelve a colocar a Hunahpú dándole
vida de nuevo. Por último los Dioses de Xibalbá llevan a Hunahpú e Xbalanqué
delante de una hoguera y los echan dentro, así consiguieron los Dioses matar a
Hunahpú e Xbalanqué, pero estos se reencarnaron en peces, y luego a hombres
pobres los cuales se mataban entre sí, y luego se resucitaban. Por esta razón
los Dioses piden a Hunahpú e Xbalanqué que les hagan lo mismo pero cuando estos
matan a los Dioses no los vuelven a resucitar. Así Hunahpú e Xbalanqué
consiguieron vencer a los Dioses de Xibalbá. Al final Hunahpú e Xbalanqué se
convertirian en el Sol y en la Luna dando visión a los hombres y mujeres y
recordando a los Dioses Tepeu, Gucumatz y Huracán.
Los mayas, para conocer las horas
nocturnas se guiaban por Venus
y la constelación de Las Pléyades. Debe tenerse en cuenta que hace 13.000 años, la
posición de las estrellas no era como en la actualidad. En esa época, Vega (utilizada como Estrella Polar) se
hallaba a sólo 6 grados del Polo norte y Aldebaran, de Las Pléyades, a 56
grados. Estos datos se encuentran grabados en un mapa celeste hallado en las
cavernas de Bohistán al igual que una línea punteada uniendo el Planeta Venus
con la Tierra.
Los mayas, manejaron una larga serie
de calendarios combinados entre el Sol y los planetas; su conocimiento les
permitió la orientación de sus monumentos; cada centro ceremonial corresponde a
la posición del Sol, la Luna, Las Pléyades, la Estrella Polar del Norte
(Vega) y a la Vía Láctea.
Algunos astrónomos,
otorgaron especial importancia a Las Pléyades y llegaron a la conclusión de
que al menos 6 estrellas visibles forman un sistema físico, obedeciendo a un
centro gravitatorio, girando como lo hacen nuestros planetas en torno al Sol. Nuestro
Sistema Planetario forma parte del sistema de los soles pertenecientes al
sistema de Las
Pléyades, es decir, no son 6 soles los que giran en derredor del Alción
sino mucho más, siendo el Sol el que ocupa la séptima órbita que recorre en 24.000 años
divididos en dos períodos de 12.000 cada uno.
Los mayas, pues, tenían conocimiento de este sistema. La famosa Noche Larga o época de oscuridad, hallaría explicación pues de los 12.000 años, 2000 son de luz, 10.000 de oscuridad. Pero es necesario realizar algunas combinaciones que esclarezcan la “preferencia” de los mayas por las Tzab. No olvidemos que fue un pueblo obsesionado por el Tiempo.
Los mayas, pues, tenían conocimiento de este sistema. La famosa Noche Larga o época de oscuridad, hallaría explicación pues de los 12.000 años, 2000 son de luz, 10.000 de oscuridad. Pero es necesario realizar algunas combinaciones que esclarezcan la “preferencia” de los mayas por las Tzab. No olvidemos que fue un pueblo obsesionado por el Tiempo.
Los
fenicios, caldeos, egipcios, mayas, babilonios y griegos nos han legado a través
del tiempo su sabiduría adquirida por la observación de los astros; sin
embargo, nuestras constelaciones actuales recibieron su forma definitiva del
griego Eudosio de Snido hacia el 360 antes de la era cristiana.
Hiparco
de Rodas fue el primero que marcó con precisión las posiciones astronómicas 130
años antes de la era cristiana, y clasificó las estrellas según su brillo
aparente por orden de magnitud; su catálogo, conservado en el Almagesto de
Ptolomeo, contiene 1 022 estrellas distribuídas en 48 constelaciones.
Actualmente dividimos el firmamento en 88 constelaciones.
En
la astronomía moderna el zodiaco (del griego ζωδιακοςo zodiacis: círculo de animales) se considera
como una banda imaginaria de la esfera celeste, extendida 8° a cada lado de la
Eclíptica, la via solis o
trayectoria del Sol, en la que transitan también la Luna y los planetas. Cabe
señalar que de las aproximadamente 10 000 millones de millones (billones) de
estrellas que se calcula hay en nuestra galaxia, la Vía Lactea, únicamente
alrededor de 6 000 son visibles a simple vista en toda la bóveda celeste (hemisferios
norte y sur).
Nombre astronómico
|
Nombre común
|
Nombre astronómico
|
Nombre común
|
Nombre astronómico
|
Nombre común
|
Nombre astronómico
|
Nombre común
|
Andromeda
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Andrómeda
|
Circinus
|
El Compás
|
Lacerta
|
El Lagarto
|
Piscis Austrinus
|
El Pez Austral
|
Antlia
|
La Bomba de Aire
|
Columba
|
La Paloma
|
Leo
|
El León
|
Puppis
|
La Popa
|
Apus
|
El Ave del Paraiso
|
Coma Berenices
|
La Cabellera de Berenice
|
Leo Minor
|
El León Menor
|
Pyxis
|
La Brújula
|
Aquanus
|
El Aguador
|
Corona Australis
|
La Corona Austral
|
Lepus
|
La Liebre
|
Reticulum
|
La Red
|
Aquila
|
El Águila
|
Corona Borealis
|
La Corona Boreal
|
Libra
|
La Balanza
|
Sagitta
|
La Flecha
|
Ara
|
El Altar
|
Corvus
|
El Cuervo
|
Lupus
|
El Lobo
|
Sagittarius
|
El Arquero
|
Aries
|
El Carnero
|
Crater
|
La Taza o La Copa
|
Linx
|
El Lince
|
Scorpius
|
El Escorpión
|
Auriga
|
El Cochero
|
Crux
|
La Cruz del Sur
|
Lyra
|
La Lira
|
Sculptor
|
El Escultor
|
Bootes
|
El Pastor o El Boyero
|
Cygnus
|
El Cisne
|
Mensa
|
La Mesa
|
Scutum
|
El Escudo
|
Caelum
|
El Cincel
|
Delphinus
|
El Delfín
|
Microscopium
|
El Microscopio
|
Serpens
|
La Serpiente
|
Camelopardalis
|
La Jirafa
|
Dorado
|
El Pez Dorado
|
Monoceros
|
El Unicornio
|
Sextans
|
El Sextante
|
Cancer
|
El Cangrejo
|
Dracon
|
El Dragón
|
Musca
|
La Mosca
|
Taurus
|
El Toro
|
Canes Venatici
|
Los Perros de Caza
|
Equuleus
|
El Caballo Menor
|
Norma
|
La Escuadra
|
Telescopium
|
El Telescopio
|
Canis Major
|
El Can Mayor
|
Eridanus
|
El Río Erídano
|
Octans
|
El Octante
|
Triangulum
|
El Triángulo
|
Canis Minor
|
El Can Menor
|
Fornax
|
El Homo
|
Ophiuchus
|
El Serpentario
|
Triangulum Australe
|
El Triángulo Austral
|
Capricornus
|
El Pez Cabra
|
Gemini
|
Los Gemelos
|
Orion
|
El Cazador
|
Tucana
|
El Tucán
|
Carina
|
La Quilla
|
Grus
|
La Grulla
|
Pavo
|
El Pavo Real
|
Ursa Major
|
La Osa Mayor
|
Cassiopeia
|
Casiopea
|
Hercules
|
Hércules
|
Pegasus
|
Pegaso
|
Ursa Minor
|
La Osa Menor
|
Centaurus
|
El Centauro
|
Horologium
|
El Reloj
|
Perseus
|
Perseo
|
Vela
|
La Vela
|
Cepheus
|
Cefeo
|
Hydra
|
El Monstruo Marino
|
Phoenix
|
El Ave Fénix
|
Virgo
|
La Doncella
|
Cetus
|
La Ballena
|
Hydrus
|
La Serpiente de Mar
|
Pictor
|
El Pintor
|
Volans
|
El Pez Volador
|
Chamaeleon
|
El Camaleón
|
Indus
|
El Indio
|
Pisces
|
El Pez
|
Vulpecula
|
La Zorra
|
Bibliografias